TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN: ANOREXIA Y BULIMIA NERVIOSA

 

La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa se consideran trastornos graves de la conducta alimentaria. Se caracterizan por una búsqueda deliberada de pérdida de peso, inducida y mantenida por la propia persona, mediante actitudes restrictivas y/o purgativas en la alimentación o la realización excesiva de ejercicio físico.

La preocupación por la comida y el temor a ganar peso forman los elementos centrales de los trastornos alimentarios.

Las personas que la sufren tienen una imagen distorsionada de su esquema corporal. Se sienten gordas, “deformes”, “enormes”. El rechazo que les genera verse de esa manera las lleva a adquirir conductas obsesivas en relación a la comida.

Generalmente comienzan realizando una dieta que no suele despertar desconfianza en la familia, hasta que llegan a reducir de forma alarmante la ingesta de alimentos. Es ahí cuando esta disminución drástica comienza a producir estragos: delgadez extrema, que en las chicas trae como consecuencia importantísima la ausencia de menstruación, anemia, y otros signos físicos; también alteraciones del humor, como irritabilidad, ansiedad, depresión, etc. Tienden a aislarse porque no se gustan y esto les lleva a restringir aún más la ingesta. También es bastante frecuente el consumo de laxantes y la inducción al vómito cuando la anorexia se combina con conductas bulímicas.

La anorexia es más frecuente en las mujeres, pero también va siendo cada vez más común en varones.

Como generalmente no son concientes de su enfermedad, suelen acudir a tratamiento psicológico no por propia iniciativa guiadas por el deseo de curarse, sino obligada/os por sus médicos y familiares.

Tampoco hay una causa única y sí una serie de factores que hacen eclosión generalmente en personas con un nivel de autoexigencia muy elevado, en chicas que tienen miedo a crecer y que su cuerpo ponga de manifiesto sus formas femeninas, etc.

Por debajo de ese cuerpo no aceptado y del deseo de delgadez extrema se hallan presentes conflictos no resueltos.

La búsqueda del cuerpo delgado crea la ilusión de hallar en su encuentro la felicidad, el éxito y la aceptación de los demás, por tener la convicción de que la posesión de un cuerpo delgado aumenta las posibilidades de éxito. Pero por otro lado están convencido/as que sus cuerpos no están lo suficientemente preparados para competir con aquellos otros cuerpos considerados “perfectos”, esto hace que entren en un círculo vicioso de autoexigencia y frustración. Lo que se pone en evidencia en estos trastornos, son las dificultades en asumir la propia identidad.

Las estrategias que se llevan a cabo, les devuelven la imagen de alguien que se controla a sí mismo/as, no comer expresa voluntad y capacidad de control. La actitud anoréxica busca conseguir seguridad y aprobación, esconde una lucha por la propia autonomía, una manera de intentar mejorar las relaciones sociales, un ejercicio de afirmación y de expresión de control.

 

 

Por todo lo mencionado, se hace evidente la necesidad y la urgencia de un tratamiento multidisciplinar realizado por médicos y psicólogos que se especialicen en dichas patologías.

Silvia Ariel

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